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Rodillas sanas en casa: cuidados desde la medicina integral

Las rodillas son una de las articulaciones más complejas y exigidas del cuerpo humano. Nos permiten caminar, agacharnos, subir escaleras y mantener el equilibrio. Pero también son vulnerables al desgaste, las lesiones y el dolor crónico. Desde la medicina integral, el cuidado de las rodillas no se limita a tratar el dolor, sino a prevenir, fortalecer y armonizar cuerpo y mente para una salud articular duradera.

¿Qué propone la medicina integral?

La medicina integral combina la ciencia médica convencional con terapias complementarias, abordando a la persona como un todo: cuerpo, mente, emociones y entorno. En el caso de las rodillas, esto implica:

– Prevención activa

– Movimiento consciente

– Alimentación antiinflamatoria

– Escucha corporal y autocuidado

 

7 claves para cuidar tus rodillas desde casa

 

  1. Movimiento suave y regular

– Evitá el sedentarismo prolongado. Caminar, nadar o andar en bicicleta son ejercicios de bajo impacto ideales.

– Incorporá prácticas como yoga o tai chi, que mejoran la movilidad, el equilibrio y la conciencia corporal.

 

  1. Fortalecé los músculos que las protegen

– Ejercicios como sentadillas suaves, elevaciones de talones y estiramientos de cuádriceps e isquiotibiales ayudan a estabilizar la articulación.

– Evitá ejercicios de alto impacto si tenés dolor o antecedentes de lesiones.

 

  1. Alimentación antiinflamatoria

– Incorporá alimentos ricos en omega-3 (pescados grasos, chía, nueces), vitamina C (cítricos, kiwi, pimientos) y colágeno natural (caldos de huesos, gelatina sin azúcar).

– Reducí el consumo de ultraprocesados, azúcares y harinas refinadas.

 

  1. Mantené un peso saludable

– Cada kilo de más ejerce hasta 4 veces más presión sobre las rodillas. Bajar de peso reduce significativamente el dolor y el desgaste articular.

 

  1. Escuchá tu cuerpo

– El dolor es una señal de alerta. No lo ignores. Si sentís molestias al hacer ejercicio, descansá y consultá a un profesional.

– Aplicá frío local si hay inflamación o calor si hay rigidez.

 

  1. Terapias complementarias

– La acupuntura, la fisioterapia integrativa y la osteopatía pueden aliviar el dolor crónico y mejorar la función articular.

– La meditación y la respiración consciente ayudan a reducir el estrés, que puede agravar el dolor articular.

 

  1. Postura y ergonomía

– Evitá arrodillarte sobre superficies duras sin protección.

– Usá calzado cómodo y con buena amortiguación. Evitá los tacos altos y las suelas planas sin soporte.

🌟 Conclusión

Cuidar tus rodillas desde la medicina integral es una invitación a moverte con conciencia, alimentarte con intención y vivir con equilibrio. No se trata solo de evitar lesiones, sino de construir una relación más saludable con tu cuerpo, desde la prevención y el respeto por sus ritmos.

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