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Que es el Yoga?  “Atha yoganusanam” Yoga Sutras I.1.

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“Ahora comienza la enseñanza del Yoga”

“Om: he aquí las  instrucciones para la unión”

Mucho podemos hablar, interpretar, reflexionar, sentir, escuchar y comentar acerca su significado y seguramente muchas de esas ideas referenciales tengan un sentido cierto, sin embargo, no son todas exactamente iguales en cuanto al enfoque.  

Más allá de los diferentes encuadres que podamos encontrar, e incluso, de cómo vaya cada uno de nosotros asimilando y percibiendo al Yoga tenemos la posibilidad de hablar con certeza sobre conceptos aceptados por todos. 

Para empezar a desandar el camino diremos que etimológicamente, la palabra Yoga proviene del idioma sánscrito y del verbo Yuj, que es “unir”, de allí que un primer significado sea UNION. La unión del alma individual con el alma universal es Yoga, siendo esto un concepto o una idea que puede sonar demasiado abstracto y general, no obstante llevándolo a un plano más concreto, diremos que es la unión del cuerpo con la mente y de la mente con el espíritu.

Está unión significa también integración, armonización, percepción de uno mismo como un todo, como un conjunto de partes que están unidas para alcanzar un objetivo que es el de evolucionar más y mejor. En tal sentido, el aspecto físico, emocional, sentimental, espiritual y mental se interrelacionan entre sí para llevar a cabo acciones dirigidas hacia nosotros mismos y hacia todo aquello que nos rodea con sus infinitos componentes conviviendo con nuestra vida individual y nuestra vida colectiva y social.

El objeto entonces, es la vinculación del hombre con su propia naturaleza, sin intermediarios y con lo infinito y lo finito, con la consciencia cósmica, la verdad, Dios, lo absoluto o como cada uno quiera llamar a esta última realidad trascendental. Tal como dicen en la India, el Yoga es un matrimonio entre el espíritu y la materia.

Nos invita a buscar desinteresadamente para poder ser perceptivos y estar bien dispuestos a “encontrar”, agudizando nuestra mirada interior y nuestra mirada hacia el mundo y a los interrogantes de la existencia, y en esencia, haciéndonos más libres

Patanjali, escritor de los Yoga Sutras, el texto fundamental del Yoga expresa “Yogascittavrttinirodhah” I.2.

-“El Yoga es impedir, por el control, que la sustancia (o elemento fundamental) que constituye la mente (citta) tome diversas formas (vrittis)” Swami Vivekananda

-“La unión, la conciencia espiritual, se logra por medio del dominio de la versátil naturaleza psíquica” Charles Johnston

-“Yoga es el cese de movimientos de la conciencia” BKS Iyengar

Más adelante Patanjali muestra cuales son estas fluctuaciones (vrttis), explica cómo trabajar en ellos a través de Abhiasa (práctica) y Vairagya (desapego de los deseos), advierte sobre los obstáculos que se presentan y da herramientas para sortearlos.  

De esta forma, no solo le da un significado al Yoga sino que lo refleja como un camino en el cual es preciso desarrollar procesos indispensables e irremplazables para lograr Kaivalya, la liberación.

Por todo esto es que a pesar de ciertas diferencias que uno pueda encontrar, en todo va a estar presente el concepto de UNION como pilar a partir del cual construir una idea que se conforme con diferentes matices.

“El Yoga encierra un mensaje sumamente esperanzador y práctico para el mundo inquieto, inseguro, y espiritualmente desorientado de nuestros días” Mataji Indra Devi

Existen diversos tipos de Yoga con sus particulares enfoques como veremos más adelante, pero es oportuno aclarar que el Yoga no es una religión, puesto que no plantea un dogma de fe ni creencia en particular. No es un deporte ya que no estimula ninguna competencia con uno mismo, ni con los demás. No es una medicina, en tanto un alumno y más aún un profesor de Yoga no se convierten ni reemplazan a un médico, psicólogo, nutricionista o kinesiólogo. Puede complementar cualquier aspecto o actividad de nuestra vida y sin dudas potenciarlas, pero sin la obligación de reemplazar a ninguna. 

El Yoga puede ser abordado y practicado con total libertad sin distinción alguna, cada uno desde su lugar y buscando diferentes metas, pero entendiendo que el Yoga no está enmarcado en una sola expresión sino que es amplio y liberador. Es la propia posibilidad de evolución y crecimiento personal. 

Lejos de imponer, el Yoga es una puerta, o bien muchas puertas, que se abren para que con plena libertad y espíritu crítico nos desarrollemos de manera más saludable, tomando a la mano aquellas cosas que nos hacen bien y evitando las que nos hacen mal.

El Yoga no persigue la erudición o el conocimiento exclusivamente intelectual, que a veces puede alejarse de la realidad y limitar con esquemas y estructuras. La búsqueda de un equilibrio entre la razón y la lógica, y del intelecto con la intuición es también un desafío que se nos plantea.

Según B.K.S. Iyengar, el Yoga, además de ser concebido por muchos como una filosofía o una vía de acceso, debe ser reconocido como un “arte”; de tipo espiritual con el cual el ser humano entra en contacto su ser genuino y verdadero, para comprender su naturaleza y encontrar la plenitud interio . Un arte de tipo curativo, ya que aporta salud y felicidad al practicante, y un arte escénico a través de la belleza y armonía de las asanas.

Para todas las artes se deben poseer y/o desarrollar tres cualidades: sentir amor por el arte, ejercerlo con seriedad, esfuerzo y concentración y tener imaginación y creatividad para desarrollar el arte por diferentes y nuevos caminos.

“Lo conocido de hoy era desconocido ayer. Cada día surgen nuevos conocimientos, pero lo desconocido sigue siendo inmenso, pues inmenso es lo universal”

Cierta vez le pregunte al maestro:

– ¿Qué es el Yoga?

-¿Aún no lo sabes? Cierra los ojos y observa ¿Puedes encontrarte a ti mismo? 

 -No lo entiendo maestro, le he preguntado por el Yoga.

– He comprendido bien tu inquietud. Tan solo que la respuesta está en tu interior, allí está el Yoga, tú eres el Yoga. 

-Pero, ¿puedes tu enseñarme el camino?

-Tan solo soy dueño de mis pies, de los míos propios y no de otros. El camino es felizmente eterno, y si no te separas de ti mismo, tampoco te alejarás del camino. 

-¿Y adonde llegaré querido maestro?

-Ahh.…verás que el sendero lo es todo. Y como un simple caminante que comparte y no imparte, es todo cuanto puedo decirte.

Más allá de cualquier explicación, de cualquier significado, de los conceptos y los textos, debemos darle lugar a la propia experiencia, a nuestra intuición, a la vivencia nuestra de cada día para poder trascender, siendo perceptivos y estando dispuestos para poder sentir en cualquier momento y en cualquier lugar la profundización del Yoga que yace en nosotros, con el brillo de nuestro propio ser que es naturalmente libre.

Origen del Yoga

No hay precisiones exactas acerca del origen histórico, hay quienes consideran que nació hace 5.000 años, anterior a los Vedas, y otros justamente lo encuadran dentro de los Vedas mismos. Otros autores como Mircea Eliade lo ubican en la antigua civilizacion del Indo, en los milenios tercero y segundo A.C. según excavaciones arqueológicas realizadas entre el mar de Arabia y la cordillera del Himalaya.

Los Vedas son los textos clásicos que primero nombran al Yoga (Rigveda y Atharveda) y aunque no especifican las características de su práctica, sí aluden al principio dinamico del Vayu (prana) y su relación con la respiración y a la existencia de cntros y canales sutiles de energía (chakras y Nadis)

Los Upanishads, que son los últimos Vedas, le dan una base sólida y definida al Yoga expresando que el SER, como esencia de uno mismo, puede alcanzarse a través de la UNION y no por la especulación, no puede desarrollarse por fuera de uno mismo. En extos textos ya se habla más claramente de los nadis, chakras, energía kundalini, meditación, pranayama. Sin embargo, está información es a modo inspirativo y no de forma sistematizada u ordenada.

Serán finalmente los Yoga Sutras de Patanjali (siglo III A.C.) los textos fundacionales recopilando y ordenando de forma escrita todos los conocimientos existentes hasta el momento, muchos de los cuales se transmitían exclusivamente del gurú al discípulo oralmente.

Patanjali dividió el Yoga Sutra en 4 capítulos, que contienen los 196 aforismos:

Samadhi Pada (51 sutras)

Es un estado de conciencia y felicidad mediante el cual el yogui siente la unidad con lo eterno. Es el abandono del YO, la liberación, el éxtasis.

Se describe el Yoga, y la naturaleza y los medios para alcanzar Samadhi.

Sadhana Pada (55 sutras)

Sadhana significa práctica o disciplina. En este capítulo Patanjali presenta y describe las ocho angas del Yoga, aspectos componentes a ser practicados.

Vibhuti Pada (56 sutras)

Vibhuti significa “poder” o “manifestación”.

Trata sobre los poderes adquiridos por la práctica del yoga. La tentación que puede producir estos poderes debe ser evitada, y debe fijarse la atención a la liberación.

Kaivalya Pada (34 sutras)

Kaivalya significa aislamiento, pero es usada en el Yoga Sutra como sinónimo de emancipación y liberación. En este capítulo se describe el proceso de liberación y la realidad de lo trascendental del ego.

Sendas del Yoga

Tal como hemos dicho anteriormente, el Yoga es UNO. Pero dentro de él existentes diferentes caminos e instrumentos para llegar al mismo objetivo. Hay 4 caminos principales, que responden a la vía espiritual, temperamento y tendencia de las personas a relacionarse con lo divino y lograr la auto realización. Sin embargo todos son parte de una misma cosa, buscan un mismo destino y se relacionen entre sí.

Karma Yoga: el camino de la acción.

Es la actitud de servicio, entrega y desapego. Consiste en la respuesta desapegada, armónica y consciente a todas las demandas de la vida cotidiana.

Es intensificar la concentración en la acción del momento presente sin una búsqueda de un resultado especulativo, manteniendo una actitud absoluta de entrega para que esa acción determinada se convierta en un “vehículo” y no en una carga. 

El aspecto servicial y desinteresado es la característica primordial de este camino en donde uno deja de ser el protagonista para que la acción pase a serlo. 

Bhakti Yoga: el camino de la devoción.

Es el Yoga del amor puro y de la devoción hacia la divinidad (cualquiera sea), hacia el maestro, el guru, la naturaleza, lo absoluto o cualquier otro motivo adecuado. Se busca trascender el sentimiento de individualidad para convertirlo en la idea de que “Todos somos uno”.

Este proceso devocional genera una entrega total a la voluntad divina acercando a la persona a la experiencia espiritual, transformando sus emociones en un amor incondicional. 

Esta disposición lleva a amar cada cosa que se hace, percibiendo todo como una manifestación de esa energía divina.

Gñana Yoga: el camino del conocimiento, la indagación y el discernimiento.

Se compone de dos etapas: definir lo que se quiere conocer a través de la mente racional y luego realizar el proceso de auto indagación necesario para trascender esa racionalidad y conocer más profundamente utilizando la intuición. Una premisa de este camino es la de no creer en nada que no se experimente por uno mismo.

Este trabajo de auto interrogación permanente libera de las ideas preconcebidas, los dogmas y las estructuras que no hayan sido desandadas por la propia experiencia.

No implica la no aceptación de teorías expuestas pero si pretende despertar la intuición para confirmar y eventualmente aceptarlas a partir de la propia comprobación.

En la India el Gñana Yoga se asocia a la filosofía Vedanta cuyo tres pilares son:

-El estudio de los textos.

-Razonamiento y discriminación de lo real e irreal.

-Experiencia intuitiva.

 Raja Yoga: el camino de la introspección.

Significa Yoga Real, aunque se lo llama también el Yoga mental. Es la búsqueda y exploración de los niveles mentales: consciente, inconsciente y superconsciente.

Propone la interiorización para abstraerse de los estímulos externos y desde esa profundidad poder despertar nuestro potencial de entendimiento y asimilación sobre todos los elementos que determinan nuestra naturaleza.

“Cerrar los ojos para observar el Universo”

A partir de los Yoga Sutras de Patanjali aparecen otros yogas sistémicos que implican práctica y ejercitación de técnicas diversas.

Algunos identifican al Raja Yoga con la formulación de los Yoga Sutras de Patanjali y otros amplian esta visión sosteniendo que aquellos son una manifestación del Raja Yoga, teniendo este último otras vertientes como:

-Kundalini, yoga de la energía.

-Kriya, variante del kundalini yoga.

-Mantra, yoga del sonido.

-Dhyana, yoga de la meditación.

El Raja Yoga comienza con la consecución de Pratyahara (abstracción de los sentidos), Dharana (concentración) y Dhyana (meditación).

Hatha Yoga: el camino del equilibrio de las energías internas.

Es el más conocido y difundido en Occidente. A pesar de ser en ocasiones mal interpretado como una simple terapia física o una gimnasia corporal saludable, el Hatha Yoga es un método elaborado de técnicas psico-fisiológicas que incluyen:

-Posturas (Asanas)

-Llaves energéticas (Bandhas)

-Gestos Psíquicos (Mudras)

-Ejercicios respiratorios (Pranayama)

-Ejercicios de purificación (Shatkarmas)

“Saludo al glorioso Guru original, Shiva, quien enseño el conocimiento del Hatha Yoga, que es a modo de una escalera para aquellos que desean ascender a los elevados estados del yoga, Raja Yoga”  Hatha Yoga Pradipika

El significado literal de Hatha Yoga es “yoga de la fuerza”. Ha quiere decir Luna y Tha es sol, mostrando una unión profunda entre las fuerzas internas vitales y mentales. La unión y balance de estas dos estimulan el despertar de la energía espiritual, Kundalini.

El hatha Yoga tiene origen en las antiguas escuelas tántricas de la India. Los textos más significativos de este método aparecieron entre los siglos VI y XV y son:

-Hatha Yoga Pradipika de Swatmarama

-Goraksha Samhita, de Goraknath

-Gheranda Samhita, de Gheranda

-Shiva Samhita de Shankara

-Hatharatnavali de Mahayogindra

Según Swatmarama (yogui del siglo XV), previo a la meditación, es decir a los peldaños más profundos del Yoga, se debe realizar la purificación de los elementos corporales. En el Hatha Yoga Pradipika, si bien se nombran los Yamas y Niyamas, no se le da demasiado desarrollo a estos conceptos debido a que supone el autor la dificultad que tiene para el principiante el seguimiento riguroso de esas prácticas. Se diferencia así de Patanjali que en los Yoga Sutras toma Yamas y Niyamas como punto de partida.

“Cuando el aliento vaga, la mente fluye inquieta; pero cuando la respiración es tranquila, la mente también se tranquiliza y el yogui obtiene el poder de la calma. Por lo tanto, debe controlarse la respiración” H.Y.P II2

Más allá del punto de partida, del camino asumido o el enfoque elegido hay coincidencia en las “Angas” del Yoga que deben estar presentes e ir desarrollándose progresivamente para poder profundizar nuestra práctica. 

Para ilustrar este proceso y esta integralidad podemos referirnos al “árbol del Yoga” de Iyengar.

-Las raíces, que son Yama y sus principios de Ahimsa (no violencia), Satya (verdad), Asteya (libertad frente a la avaricia), Brahmacharya (control del placer) y Aparigraha (no codiciar)

-El tronco, Niyama y sus fundamentos de Sauca (limpieza), Samtosa (contentamiento, aceptación y gratitud), Tapas (austeridad), Svadhyaya (estudio de uno mismo), Isvara (entrega a la voluntad absoluta)

-Las ramas, Asanas, que es el arte de mostrar corporalmente la integración física, mental y espiritual siendo el cuerpo el instrumento y el Asana se vuelva una unidad completa.

-Las hojas, Pranayama. El arte y ciencia de la respiración que conduce a la distribución, transformación y mantenimiento de la energía vital para vivir y desarrollarnos. 

Pranayama es el nexo entre lo físico y lo espiritual, constituye el eje del Yoga.

“Cuando la inspiración y la espiración tienen lugar, la columna envía ráfagas de energía que van adelante, atrás, arriba y abajo para producir el elixir de la vida o jivamrita, en nuestro organismo”

-La corteza, Pratyahara, rotar los sentidos hacia adentro, al núcleo del ser, favoreciendo el verdadero discernimiento sobre los estímulos externos y cultivando nuestra percepción interna y externa.

Pratyahara es el desapego a los asuntos mundanos y el apego a nuestra alma.

-La savia, Dharana, concentración y enfoque para evitar la dispersión. La presencia de pensamientos así como la ausencia de ellos requiere una atención deliberada, somos conscientes de ambos estados, por lo tanto no estamos “vacíos”, sino plenamente conscientes de ello.

-La flor, Dhyana, meditación como unión del cuerpo con el alma, buscando un equilibrio entre la consciencia intelectual y la intuitiva. Dhyana se manifiesta pura cuando todos los medios que tenemos (órganos de la percepción, de la acción, la mente, el cerebro, la inteligencia y la consciencia) son rotados hacía la propia naturaleza sin que exista entre ellos ninguna división. 

-El fruto, Samadhi. “Sama” significa equilibrado, en armonía. Cuando el alma, que es la causa de la existencia, lo armoniza todo, eso es Samadhi. En este momento culminante el sí-mismo se olvida, pero se olvida sumergiéndose en el, siendo completamente conscientes, difundiendo el alma hacia todas las direcciones.

“Les insto a que se impregnen de mis palabras y de las de otros, y hasta que no las hayan digerido, no formen opinión. Entonces gozarán de la bienaventuranza pura, incontaminada e inmaculada. La experiencia es real; las palabras no. Así pues, sometan todo a juicio de la experiencia. Cuando mantenemos la estabilidad en la experiencia y la sensación de las experiencias no oscila, eso es Samadhi” BKS Iyengar

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Dra. Anabella Tumbeiro